Los ideales

Antes, era la religión la que decía qué hacer. La acción del mundo se guiaba y regulaba a partir de los maestros del pensamiento que encarnaban la figura del sujeto al que se le supone un saber. Además el Estado, solía encargarse de regular y transmitir los estilos de vida, las imágenes ideales de acuerdo con la fe y las tradiciones.
Hoy, el individuo es el último residuo de la imparable fragmentación de los lazos sociales. Hoy, un número cada vez mayor de sujetos está a merced de un destino anónimo construido por el azar de los acontecimientos, de la dispersión de los saberes y de las contradicciones introducidas por el desfallecimiento de los ideales.
Hoy, también, la incidencia de los reajustes de los saberes científicos y de las nuevas significaciones, siempre emergentes, convierte en ilusión cualquier esperanza de sostener la perspectiva de un inconciente apaciguado. Ante esto, los discursos sobre lo universal y lo unificador son sospechosos de colocarse bajo la bandera del ideal, una máscara bajo la cual siempre se produce lo peor.
El psicoanálisis por su disciplina anti-ideal, permite comprobar el carácter artificioso y contingente de las identificaciones que mortifican a los sujetos.
Vicente Palomera
Presentación del libro " Ciudades Analíticas", de Eric Laurent